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Surf

El surf te enseña a sentirte cómodo en la incertidumbre

Todavía lucha por quitarse de encima esa imagen que la gente suele tener del surf: sonrisas, bronceado, sol, playa y diversión. Para Garazi Sánchez la tabla tiene mucho más de disciplina que de juego. Para esta vasca de 26 años es una profesión, una ambición y una forma de vida que le ordena la cabeza y el cuerpo. Se foguea en Europeos y campeonatos del mundo con un claro objetivo: su espacio en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, donde debuta su deporte.

Probó la tabla con siete años para pasar el rato mientras sus padres se dedicaban a escalar. Un juego que se le daba bien porque con doce algunas marcas se interesaron por ella. De torneo en torneo se dio cuenta de que la su vida ya giraba en torno a las olas. Y Conforme crecía, perdió algo de esa diversión que envuelve al surf, pero ganó en concentración, en constancia, en físico y en capacidad mental, imprescindible para seguir escalando en el ranking.

«La técnica son horas y horas. Puedes mejorar un poquito aquí o allá. Pero el surf es incertidumbre. El mar no te promete nada. Y cambia todo el tiempo», explica sobre lo que en realidad significa este deporte. Una educación sobre las olas que también le alineó la cabeza en esa edad complicada entre la universidad y el surf. «A los 18 años tuve un parón porque no sabía qué camino elegir -ahora estudia Marketing y Psicología a distancia-, no había apoyos, y dejé de disfrutar del surf. Los profes me recomendaban que no malgastara mis buenas notas y empecé Ingeniería. Se me daban bien los números, pero no me veía cómoda. Hace un par de años encontré el equilibrio y la razón por la que estaba haciendo todo el circuito. Pierdes la parte bonita del estilo de vida, pero merece la pena. Seguiré surfeando cuando termine, eso lo recuperaré, pero tengo que aprovechar este momento».

Este momento es la primera vez que el surf es olímpico. Se estrena en Tokio 2020 y Sánchez quiere estar ahí. «Hemos sido siempre un deporte ambiguo, que era más un estilo de vida. Pero para los que nos dedicamos a competir es una oportunidad única porque son ayudas e infraestructuras, entrenadores, el Comité Olímpico Español… un salto muy grande a la profesionalización. Ves de cerca la posibilidad de que te puedes dedicar a esto como atleta. Tengo que estar en lo más alto del ranking de España para llegar al Mundial, y ahí, hacerlo lo mejor posible», asegura esta deportista que no quiere contar el dinero que se ha gastado en su trayectoria, aunque siempre ha sido de viajes a bajo coste porque lo importante era estar en las competiciones y aprender de todo lo que veía. «Son cuatro olas cada cinco minutos, en mangas de veinte minutos. El criterio de la puntuación varía y a veces es muy subjetivo. Como el baile o el patinaje artístico. No es “he corrido en tanto tiempo y ya está”. Hay tres notas: velocidad, fuerza y cadencia (speed, power y flow). Puntúa el tiempo, las condiciones de las olas, los trucos en cada una de ellas...».

Una decisión constante y variable en cada segundo. «Es un deporte muy mental porque los humanos no estamos muy cómodos ante la incertidumbre. Se intenta aprender a adaptarse y leer las olas: por dónde entrar y dónde situarte. Pero a veces va mucho con la personalidad, puedes quedarte bloqueada aunque tengas toda la información de la ola. Hay que jugar y decidir en cada momento. Aprendes a que te puedes equivocar al tomar una decisión, pero eso no significa que lo hayas hecho mal». Lecciones que también pone en funcionamiento en su día a día.

Se entrena con Gorka Alegría, a quien le pidió que le devolviera la diversión del surf en esa etapa complicada de su vida. «Es el director de mi cabeza», lo define Sánchez. Tratan de compaginar gimnasio y olas, aunque es complicado depender del mar para los entrenamientos, pues nunca se está seguro de si se completará el programa o el mar elegirá otra cosa.

Así es Garazi Sánchez


Nació en Algorta (Vizcaya) en 1992. Jugó al fútbol pero se decantó por el surf, que comenzó a practicar con su hermano mayor.

Compagina los entrenamientos en agua, siempre inestables, con horas de gimnasio. Hace pilates porque, sin ser un deporte muy lesivo, el surf desgasta mucho la espalda.

Estudia Marketing y Psicología para tener un plan B. Le encanta leer biografías para entender que cada uno tiene su propia trayectoria de vida.

Es dos veces campeona de España y segunda de Europa en el Tour profesional WSL.

Fuente: https://www.abc.es/