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Pajitas ecológicas

Proyecto Payitas. Lucha contra la invasión del plástico

Todos conocemos el grave problema medioambiental que sufrimos a nivel mundial como consecuencia del uso generalizado del plástico.
Dentro de toda esta ingente cantidad de plástico consumido, el uso de las pajitas de plástico supone el 4 por ciento de toda la basura plástica de nuestro planeta, esto es alrededor de mil millones de pajitas de plástico al día en el mundo.

Para intentar paliar este desastre ecológico, Juan Ignacio Gerardi, emprendedor argentino, fundó la Cooperativa Bioconexion en Jujuy, en el año 2008, con el objetivo de vincular a pequeños productores jujeños con cocineros y restaurantes argentinos y extranjeros. La necesidad de recuperar el valor de los alimentos de la tierra cultivados de forma natural y de respetar los ciclos de la naturaleza lo llevó a idear esta cooperativa que busca revalorizar y acercar los cultivos ancestrales a los consumidores: cultivo local, agricultura a pequeña escala, comercio justo y consumo responsable, fueron los ejes del proyecto.

Así surge el proyecto Payitas, a partir del cultivo de la papaya, de una pajita biodegradable que cumple las mismas funciones que una plástica pero no contamina.
Las pajitas proceden de los tallos que quedan en pie una vez terminada la cosecha, que luego son cortados a mano, pelados y secados. Puede haber variaciones en el grosor y forma de cada una de ellas debido al trabajo artesanal y al respeto por la materia prima natural.

Según palabras del propio Gerardi “la materia prima con la que se construyen estos sorbetes es la planta de mamón, y también se pueden elaborar con caña, que aquí hay en abundancia. Estamos hablando de materiales que tienen costo cero para los productores”.
“Nosotros trabajamos en la construcción de sorbetes vegetales para reemplazar al plástico. La idea es generar un cambio de hábitos de consumo y formas de comercialización”, explica Gerardi.

Estas pajitas naturales además de generar trabajo para agricultores de zonas subtropicales, son aptas para todo tipo de bebidas. No se utiliza ningún producto químico en su fabricación y son totalmente compostables y biodegradables. No transmiten sabor a los líquidos y lo más importante es que reduce por completo el impacto del sorbete plástico.

Fuente: Greenpeace, inspimundo.com y Bioconexion