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Un guiño al trueque

Un guiño al trueque en pleno siglo XXI

Las nuevas tecnologías han hecho surgir el comercio colaborativo

Por Saray Ceballos

Las antiguas civilizaciones tenían el trueque como método para comercializar sus posesiones. Cambiar productos agrícolas que cultivaban por otros de los que no disponían era el método más sencillo para que los ciudadanos lograran cubrir sus necesidades. Con la aparición de los intermediarios y de la moneda, el comercio cambió.

Con el paso de los años, el comercio se ha convertido en lo que es ahora, un sistema de compra-venta. Sin embargo, las nuevas tecnologías y, especialmente, las redes sociales están haciendo que la cosa cambie, haciendo un pequeño guiño a esos trueques de antaño, a través del comercio colaborativo. Una fuerza cultura y económica, tal y como lo define Rachel Botsman, autora del libro ‘What's mine is yours', "que reinventa no solo lo que consumimos sino la forma en que consumimos".

La base no es otra que compartir, prestar, intercambiar o alquilar algún recurso propio con otras personas sin intermediario alguno y a través de Internet. Se trata de un modelo utilizado en numerosos países y que, poco a poco, también se está adentrando en España.

Bajo este modelo, donde la confianza cuenta con cierto protagonismo, son muchas las iniciativas empresariales que están surgiendo en la Red. Intercambiar libros, películas o música, compartir coche a la hora de viajar o ir al trabajo, alquilar vivienda o habitaciones e, incluso, deshacerse de cosas a las que no se da uso, son algunas de las opciones que prestan empresas como Airbnb, Ecomodo.com o Threup.

Pero los emprendedores españoles también se unen a estas iniciativas. La última de ellas: Social Car o MovoMovo. Redes sociales centradas en el alquiler de coches entre particulares.